Este desayuno es lo mejor que le ha pasado a mis mañanas en mucho tiempo. Es vegano, sano, nutritivo y sobre todo sacia mucho, cosa importante en el desayuno, porque al menos a mí si no desayuno bien, a media mañana me entran unos munchies que me hacen capaz de querer comerme a cualquiera que esté a mi lado. Además lo puedes hacer por adelantado si por la mañana no tienes tiempo de ponerte a batir cosas.
Este es un desayuno sencillísimo de hacer aunque para hacer la base es necesario un procesador bastante potente para que la textura quede sedosa y «lisa». Si tenemos un procesador de potencia media, simplemente nos hará falta un poco más de paciencia hasta que obtengamos la textura que necesitamos. Por lo demás, es pan comido. El día que lo inventé simplemente miré al sueco y le dije: «OH MY GOD. THIS IS THE BEST THING THAT EVER HAPPENED TO ME«.
OK, quizás fue un overstatement, pero para que os hagáis una idea de lo obsesionada que estoy con este desayuno, nos vale. Os resuelvo el misterio:
Ingredientes:
- 70 gr de anacardos (cashews), a poder ser remojados en agua 2-4 horas, sino no pasa nada, funcionan igual aunque cuesta más triturarlo
- 70-90 ml de leche de avena, almendra, o arroz (cualquier leche vegetal vale) aprox. (dependerá de lo espesa que queráis la base)
- Un chorrito de sirope de arce o agave
- Una pizca de sal
- Extracto o polvo de vainilla al gusto
Para el topping:
- Un puñado de trigo sarraceno y coconut chips, tostados 4-5 mins a 180 grados en el horno (hacedme caso, merece la pena el esfuerzo)
- Medio plátano maduro
- Semillas chia
- Cacao nibs (trozos de cacao puro)
- Semillas de cáñamo
p.d. Si no tienes tiempo puedes usar como topping lo que tengas por casa, por ejemplo trocitos de galleta, granola ya hecha (muchas de Dr Quaker son veganas), muesli, frutas…
Elaboración:
- Ponemos los anacardos (si los habéis remojado, tiramos el agua primero y los aclaramos bien), la leche de almendra y el extracto de vainilla en el procesador y batimos a la máxima potencia. La consistencia que queremos es la de un yogur líquido. Si queda muy espeso le añadimos un poco más de leche. Debería quedarnos algo así:
- Cuando tenemos la textura deseada, añadimos el sirope de arce y la sal al gusto y batimos una vez más. Ya tenemos la base!
- Transladamos la mezcla a un bol y ponemos sobre ella una capa de plátano troceado
- Añadimos el trigo sarraceno y las chips de coco, las cacao nibs, las semillas de chia y canyamo. Aquí podemos ser creativos y ponerlo todo junto, separado, en plan «4 estaciones» o todo junto, lo que queramos
Como se suele decir, si llega a ser más sencillo se hace solo. No subestiméis el poder de la simplicidad de este desayuno porque os aseguro que los yogures convencionales os parecerán un horror después de tomarlo. Sobre todo porque sabemos exactamente los ingredientes que lleva y no incluye conservantes, sabores artificiales y ese sinfin de horrores que los yogures convencionales (la mayoría, claro) de supermercado llevan. Y no solo es sano sino que nos está aportando mucha proteína, antioxidantes y vitaminas de todo tipo, pero sobre todo mucho magnesio y potasio. El trigo sarraceno le da un toque crujiente increíble y el coco tostado le proporciona un aroma fuera de este mundo. El sueco acaba de robarme una cucharada y me ha dicho «it tastes like dessert«, con eso os digo todo.
Que paséis un buen fin de semana!
Namaste x
Ally
Hola! Aquí una ex-londinense que te sigue. He probado el yogur de anacardos y está de muerte! El trigo sarraceno lo pones tal cual o lo cocinas?
Un beso!
Emma
B R U T A L ¿pero cómo puede estar tan rico esto? ?
Bienvenida a la locura jaja Un besazo xx