Tal y como os enseñé en Snapchat esta semana, esta ensalada es una de mis go-to tanto en primavera como en verano. Estoy obsesionada con la patata dulce y la quinoa y necesitaba crear una ensalada que llevara estos dos ingredientes, no solo por el sabor sino porque este matrimonio significa un mega-chute de proteina y vitaminas A y C. Perfecta para la época en la que nos empezamos a mover más, por fin!
A mí me gusta ponerle también tofu marinado rebozado (que sea siempre orgánico y non-GMO a ser posible), pero si no os gusta o no estáis por la labor de comer productos de soja, es simplemente una adición opcional; os explicaré como hacerlo pero no es necesario en esta ensalada ya que es muy completa de por sí. No podría describir mi amor por este plato con palabras.
Ingredientes:
Para el tofu:
- 50 gramos de tofu extra-firme (Cauldron por ejemplo, importante que no sea silken), cortado en cuadraditos de unos 2×2 cm, marinado al menos una hora en aceite de sésamo, coconut aminos o tamari, chili flakes, sal, pimienta y una pizca de pimentón ahumado
- «Pan rallado» Panko (una clase especial de pan rallado asiático, muy diferente al tradicional)
Para el resto de la ensalada:
- 1a patata dulce
- 60-80 gramos de quinoa cocinada (para saber cómo hacerlo podéis ver esta entrada)
- 1/4 de cebolla roja
- Un puñado de rúcula
- 1 aguacate
- Semillas de sésamo o cañamo
- Aceite, limón, sal y pimienta para el aliño
Elaboración:
- Metemos la patata dulce al horno en el horno precalentado a 200 grados en una bandeja cubierta con papel de horno (nunca papel de aluminio).
- Mientras la patata se va cocinando (unos 30 minutos), vamos preparando el tofu. Simplemente cogemos el tofu marinado, lo pasamos por el pan para rebozar y lo freimos a fuego medio/alto en una sartén con aceite durante unos 2 minutos por cada lado.
- Una vez esté dorado, lo sacamos y lo ponemos sobre papel de cocina para retirar el exceso de aceite. Lo dejamos a un lado.
- Picamos la cebolla roja en trozos pequeños y la ponemos en un bol.
- Lavamos la rúcula y la añadimos al bol junto con la quinoa.
- Cortamos el aguacate con cuidado (primero por la mitad, abrimos, retiramos el hueso, cortamos en horizontal y después en vertical) y lo añadimos también al bol.
- La patata dulce ya debería estar lista, tiene que estar blanda pero al mismo tiempo debe tener cierta firmeza para que no se nos haga puré en la ensalada.
- Añadimos el aliño de sal, pimienta, aceite de oliva y limón y removemos todo con cuidado.
- Finalmente lo pasamos a un plato y le añadimos el tofu rebozado, las semillas de cañamo o sésamo.
Ya tendríamos lista esta ensalada tan colorida que me alegra el corazón every single time. Lo ideal es tener la quinoa y la patata dulce ya cocinadas (yo suelo hacerlo el día enterior) para que así solo tengamos que cocinar el tofu, pero tampoco es que se tarde mucho si no podéis hacerlo con antelación.
Es una ensalada que sacia muchísimo y la mezcla de texturas suaves como el aguacate y la patata dulce contrasta perfectamente con el tofu crujiente. Si no os apetece tofu también se le podrían añadir unos croutons de pan sin gluten tostados al horno.
Espero que esta fiesta de color os enamore como a mí! No os olvidéis de compartir vuestras versiones de la receta en Instagram citando a @Ally_Lims o en Twitter citando a @Londoninmystyle 🙂
Namaste! xx
Ally
Lista de la compra
Tamari Meridian 150 ml (es como salsa de soja pero sin gluten)
Coconut Aminos 237 ml (como salsa de soja pero sin soja!)
Deja una respuesta