
Este bol de amor y nutrición es algo a lo que recurro a menudo en esos días en los que no me apetece complicarme demasiado la vida en la cocina. Se puede hacer en menos de 15 minutos, con lo que es ideal para esas cenas entre semana. ¿Qué más le podemos pedir a este plato de deliciosidad? Ah, espera. Quizás que sea:
Ligero
Un poco picante y ahumado
Bajo en grasas
Alto en vitaminas
Con buena proteína vegetal
Alto en fibra
A veces no hace falta complicarnos demasiado la vida para comer sano y equilibrado. Si queréis podéis servirlo tal cual, o también acompañado de arroz integral o quinoa.
La lechuga romana tiene muchísimas vitaminas, pero sobre todo es altísima en vitamina K (solo 100 gramos ya nos proporciona más del 100% de cantidad diaria recomendada), que tiene muchas funciones importantes pero sobre todo es muy buena amiga de la sangre, los huesos y el corazón. La lechuga romana es sin duda mi favorita, y también podéis utilizarla para hacer estos «barquitos» rellenos.


- 5-6 hojas grandes de lechuga romana (¡cuanta más mejor!)
- 1 lata de alubias rojas o negras
- 1 aguacate
- 1 mazorca de maíz (o maíz de lata, a poder ser que no lleve ningún conservante o azúcar)
- 2 cdta de aceite (yo utilicé de coco y de oliva)
- 1 cda de tomate concentrado
- 1 diente de ajo
- Media cebolla roja
- 1 limón
- 1 chile rojo
- 1 cdta de pimentón ahumado
- Cilantro
- 1 cdta de mayonesa vegana
- Media cdta de salsa de chile picante (yo usé Shriracha)
- Sal, pimienta, escamas de chile
- En un horno precalentado a 180 C metemos las mazorcas de maíz simplemente para calentarlas un poco.
- Mientras tanto en una sartén calentamos el aceite y sofreimos ligeramente el ajo y la cebolla.
- Cuando estén un poco dorados, añadimos las alubias, el pimentón, la sal y la pimienta al gusto. Mezclamos.
- Finalmente añadimos el tomate concentrado y dos o tres cucharadas de agua y removemos bien. Lo dejamos a fuego muy bajo hasta que se evapore todo el agua.
- Pelamos el aguacate, sacamos la "pulpa" y en un cuenco la machacamos hasta que quede cremoso. Salpimentamos al gusto y añadimos un chorrito de limón.
- En otro cuenco diluimos la mayonesa en dos cucharaditas de agua y añadimos la salsa de chile, mezclando bien.
- Cortamos la lechuga a tiras y la colocamos en un plato hondo, aderezándola con la salsa de mayonesa y salsa de chile.
- Añadimos al bol las alubias ahumadas, el aguacate y el maíz.
- Decoramos con chile rojo, el cilantro, las escamas de chile, un chorrito de aceite de oliva y otro chorrito de limón.
- El tomate concentrado se puede sustituir por 3-4 cucharadas de tomate fresco triturado, simplemente no hará falta añadirle agua, aunque sí habrá que aderezar un poco más las alubias.
Esta receta es un auténtico vicio y la verdad es que, ¡creo que incluso la hago demasiado a menudo! Es uno de esos platos que se puede tomar en cualquier momento, incluso para desayunar o para un brunch (simplemente ajustad el picante) – su valor nutricional no se puede ni comparar con el de las típicas tostadas con mantequilla, galletas o demás procesados que mucha gente acostumbra a tomar.
También es un plato perfecto para llevar al trabajo; simplemente meted todo menos el aguacate y medio limón en un tupper, y preparad el «guacamole» cuando ya estéis en la oficina, para así evitar que se oxide y adquiera un color muy poco sexy.
Por cierto, como véis, mi gata también es bastante fan de este plato y espera a ver si se me cae algo. No le puedo culpar la verdad.
Que aproveche, guates 🙂