
¿Cuántas veces decimos esta frase?
Este domingo en el Podcast de la semana hablábamos sobre la posibilidad de ser fieles a nuestras verdaderas prioridades, porque muchas veces, las escondemos tras otras que son más fáciles, más cómodas, y más sencillas. No tenemos que pensar mucho para recoger, gastar dinero de cualquier forma en tonterías del bazar chino, o comer galletas de dinosaurio. Lo que cuesta un poco es seguir nuestra pasión, pensar bien en si estamos dando dinero a una empresa decente, o comer sano.
Pero, ¿y una vez tenemos claras nuestras prioridades? ¿Cómo buscamos el tiempo para estas prioridades?
Ahí está la gracia. No buscamos el tiempo. LO ENCONTRAMOS.
Siempre he pensado que el «no tengo tiempo» de los adultos es como el «mi perro se comió mis deberes» de los niños. Por supuesto que tenemos tiempo, todo el mundo tiene 24 horas en su día, y todos podemos elegir cómo pasarlas. Casi todo el mundo tiene trabajo, o hijos,o mascotas, o casas que atender, o familiares y amigos con los que estar, todo el mundo tiene sus responsabilidades, y la nuestra es la de encontrar y hacer aparecer el tiempo que necesitamos para realizar esas tareas que son importantes.
Por eso, cuando alguien me comenta que «no tiene tiempo para realizar sus hobbies» o «para aprender a comer sano», siempre digo, «no, lo que no tienes son las ganas suficientes de hacerlo». Muchas veces esperamos a que nos pase algo gordo, a que nos diagnostiquen alguna enfermedad o a que nos pase algo que nos haga replantearnos cómo hemos vivido nuestra vida hasta el momento.
Encuentra el tiempo. Encuentra el dinero. Encuentra la forma.
Porque nadie está en su lecho de muerte y piensa: «Ojalá hubiera comido peor. Ojalá hubiera trabajado más. Ojalá hubiera visto más Sálvame».
Si ahora mismo nos dijeran que la vida de un ser querido depende de que nosotros, por ejemplo, comamos de forma saludable, me apuesto lo que sea a que cada uno de nosotros encontraría la forma de hacerlo, y lo haría con gusto y con orgullo. Pero cuando nuestra vida depende de ello, las excusas superan a la responsabilidad. De la misma forma que muchas veces nos hablamos a nosotros mismos como no le hablaríamos ni a nuestro peor enemigo («qué torpe eres», «cómo la has pifiado», «lo has hecho fatal», «eres mala persona»), a veces tratamos a nuestro tiempo como si nos lo regalaran. Y lo cierto es que es así, nos lo regalan. El tiempo es un regalo que muchas personas ahora mismo no se pueden permitir disfrutar, y mientras tanto, nosotros malgastamos el nuestro haciendo cosas que simplemente nos hacen vivir dormidos.
La realidad es, que no tenemos mucho tiempo. Quizás lleguemos a los 85, a los 90 o 100 con suerte, y en este tiempo no solo tenemos que encontrar nuestro propósito y disfrutar cada segundo, sino pasar cada uno de estos momentos haciendo algo que nos guste, o al menos, que aporte algo al mundo, a nuestro entorno, y a nuestras futuras generaciones, pero sobre todo, que nos alimente el alma.
Somos seres espirituales teniendo una experiencia humana, no al revés, y decir que no tenemos tiempo es la mayor excusa que nos podemos poner para no atrevernos a probar si podemos vivir la vida que siempre hemos querido, por miedo a fracasar. Lo sé porque yo he estado ahí. Me he pasé toda vida queriendo escribir un libro, y creo que cada vez que pensaba en encontrar tiempo para hacerlo, me pona a ordenar o limpiar la casa. Y todo para no tener que enfrentarme al fracaso de algo que era extremadamente importante para mí.
Hasta que un día dije basta, y me encerré con mi portátil y un tupper de galletas caseras de avena (cuya receta decidí incluir en mi primer libro en honor a ese momento) y simplemente hacerlo. Sí, podía haber hecho mil otras cosas en ese momento, pero elegí esa. Y hoy es el día en el que cuando me encuentro un día lleno de consultas, emails, fechas de entrega y demás, intento buscar un «no tengo tiempo» para distraerme de las cosas que más me importan.
La mejor forma de encontrar ese tiempo es:
- No veas la televisión. Sí, quizás la gente te diga que eres rara, pero yo simplemente enciendo la televisión (por internet, porque no tengo televisión en sí precisamente porque no la vemos) cuando quiero ver algo específico, y solo me permito hacerlo un par de horas a la semana. Es increíble el tiempo que perdemos con esto. Y cuidado con Netflix, que es aún más peligroso.
- No veas las noticias ni leas el periódico. De verdad, la cultura general no se aprende leyendo sobre muertes, timos y cotilleos. La mayoría de las noticias que leemos no solo nos deprimen sino que además no podemos hacer gran cosa por cambiarlas. Limita tu consumo de información y elige bien lo que lees y ves. Y recuerda que si pasa algo importante, alguien te lo contará.
- Acuéstate antes, y levántate antes. Apaga el teléfono cuanto antes y métete a la cama. Como he dicho alguna vez, pocas veces hacemos algo productivo por las noches, asi que es mejor acostarse cuanto antes y levantarse muy pronto para empezar el día y que nos cunda más.
- Deja de cotillear, mirar Facebook y Twitter cada dos por tres. Yo gestiono mis redes sociales en estos momentos y me encanta interactuar con seguidoras y lectoras, pero más allá de eso, intento limitar mi tiempo en redes sociales a leer información interesante para compartir con lectoras y a ver algún que otro video informativo. Y deja de seguir la Cuore…
- Pide ayuda. De verdad, no hay cosa más valiente que pedir ayuda cuando la necesitas. Nadie, NADIE te va a juzgar. Sobre todo si eres madre, pide ayuda, seguro que alguna amiga o familiar está dispuesto a ayudarte para que puedas permitirte una hora de yoga, una cita, o simplemente tiempo para leer o para ir a una clase de pintura. Yo estaré encantada de hacer esto por mi mejor amiga en cuanto tenga a su baby. Sí, lo dejo por escrito para que me lo puedas recordar en un futuro próximo…
En realidad, encontrar tiempo no es demasiado complicado, lo complicado es querer algo lo suficiente como para sacrificar el tiempo para otras cosas. Tenemos 24 horas con 60 minutos, que son 1.440 minutos totales al día. Elijamos bien cómo los utilizamos, hagamos cosas que nos alimenten el alma, que sirvan a los demás, que nos hagan progresar, no «entretenernos cuando estamos aburridos», y sobre todo, respetemos cada minuto como si fuera el último, porque como siempre digo, este momento no se va a volver a repetir. El tiempo está ahí, deseando que hagamos cosas increíbles con él.
Feliz semana, bonicas.
Susana
AHI LE HAS DAO!!!
AMEN! 🙂
Ana
Cuanta razón Ally! Estamos en un momento revolucionado, y hay que ser fuerte y estar convencido para seguir él camino de cada uno.
Monica
Creo que cuando la gente encuentra excusas para no hacer algo bueno para sí mismo es porque no tiene suficiente amor propio. Y en esta sociedad tan commercial, tan visual nos hace siempre preocuparnos antes de lo que hacen.,dicen o viven los demás antes de preocuparnos por llevar la vida que queremos.
Ally
MonicaCuánta razón Mónica!
Bea
Fantástica entrada, gracias Ally.
Ally
BeaGracias bonica <3
Carmen
Con lo de no veas las noticias ni leas los periódicos no estoy nada de acuerdo. Creo q más bien todo Lo contrario. Es horrible no estar informado de lo que pasa en el mundo, no?
Ally
CarmenSi no puedes hacer nada por ciertas cosas, es inútil leer noticias destructivas y negativas que simplemente nos hacen tener más miedo y pensar que solo ocurren cosas malas en el mundo. Se trata de buscar la información que REALMENTE necesitamos, y limitar a lo que nos sirve y sobre lo que sí podemos hacer algo. Nunca dejarán de pasar cosas malas en el mundo y pocas veces sirven para nada más que hacernos sentir mal por un momento. Al menos esa es mi opinión sobre el tema 🙂
Arantxa
Gracias Ally!!
Te leo y sacas mucho de lo que pienso y muchas veces no sé como contarlo , explicarlo, reflejarlo …. es una ayuda a darme cuenta que no voy tan raramente encaminada y que hay mas gente que piensa igual.
un abrazo enorme encantada de seguirte ;o)