Hay una cosa que he descubierto desde que cambié mi alimentación hace ya varios años: hay gente que no entiende tu estilo de vida. Y realmente tampoco tienen ningún interés en entenderlo. Y no pasa nada.
Mucha gente me pide consejo sobre cómo sobrellevar las situaciones sociales, y de hecho, muchas de mis clientas una vez cambian su estilo de vida, me dicen que nunca habrían imaginado ciertas reacciones de gente de su alrededor. Lo cierto es, que a nadie le gusta que le digan (o muestren) que lo que uno está haciendo está mal. Una vez comencé a comer sano, tuve que responder muchas preguntas impertinentes fruto del desconocimiento y las actitudes defensivas.
Estos son algunos de los comentarios que he recibido:
«Pero entonces, ¿qué comes?»
«¿Y esto no puedes comer?»
«Ay, es que a mí las verduras no me gustan»
«Yo no tengo tiempo como tú para cocinar bien»
«Pero si no estás gorda»
«Por un día no pasa nada, mujer»
Para saber cómo debemos responder y reaccionar en estas situaciones, debemos comprender la causa de estas preguntas. Primero, el desconocimiento, segundo, el condicionamiento cultural (lo que se acepta como «normal») y tercero, la falta de respeto. La gente no entiende que no es que no PUEDAS comer ciertas cosas, sino es que NO QUIERES.
Nadie jamás le diría a una persona diabética que por un día que coma donuts glaseados no pasa nada, por lo que no entiendo que la gente tenga el mal gusto de hacer esta afirmación simplemente porque no sufres una enfermedad. Parece ser que elegir el camino de la vida saludable es lo que no es normal, y que hacerlo por decisión propia es algo que no tiene sentido. Lo cierto es que vivimos en una sociedad en la que lo «normal» y aceptado es comerse un croissant, unas magdalenas y un café cortado para desayunar, cuando de saludable no tiene absolutamente nada. Sin embargo, intenta comer una tostada de aguacate o un bol de avena (ambos sanísimos) y la gente se echa las manos a la cabeza. Me recuerda a principios de los 90 cuando eras adolescente y alguien se sorprendía porque no fumaras (si no fumabas, no eras «malota»).
Por otra parte, el desconocimiento también propicia muchas de estas preguntas. Por mucho que nos pese a algunos, la sanidad pública no hace una labor lo suficientemente buena en lo que respecta a educar a la sociedad sobre nutrición. Hace poco en uno de los directos de los martes en Instagram Stories una de mis seguidoras comentó que «las clases de nutrición deberían ser obligatorias en el colegio», y estoy de acuerdo, pero también habría que saber QUIÉN financiaría esas clases y con qué tipo de material, porque yo recuerdo que de pequeña en el colegio nos hacían beber leche y hablar sobre sus beneficios, y ya sabéis mi opinión sobre esto.
Finalmente, hacer lo correcto muchas veces molesta a otras personas. No beber, no fumar, no comer animales o comer sano parece que te hace «el aguafiestas» de turno. Lo que yo me pregunto, qué tipo de vida tienen que llevar ciertas personas para sentir que tienen que beber, fumar, comer animales o comida basura para sentir que están «viviendo a tope». Se trata una vez más de costumbres, y a pesar de que muchas veces gente de mi alrededor come cosas cuanto menos saludables, jamás se me ha ocurrido decirles nada, a no ser que me preguntaran. Lo mismo con comer animales, por cierto. Solo cuando alguien me dice algo directamente, contesto o debato. Si nadie dice nada, tengo mejores cosas que hacer, como meterme un bol de guacamole entre pecho y espalda.
Lo peor de todo es que en esta sociedad, el comer sano se asocia con comer lechuga o hacer dieta, y nada más lejos de la realidad. De hecho, JAMÁS he pedido una ensalada cuando he salido a comer fuera, no me llaman la atención. Simplemente me limito a comer comida REAL, sana, y no procesada, pero eso sí, en las cantidades que me da la gana y cuando me da la gana (ojo, teniendo en cuenta mi estado de salud, peso, etc). Un estilo de vida saludable no está reñido en absoluto con comer cosas ricas y saciarse, y para nada es un sufrimiento. De hecho, desde que como de esta forma, tengo una relación sanísima con la comida (cosa que no siempre ha sido así, pero ese es otro tema más serio y para otro día) y DISFRUTO comiendo. Es una especie de «paz» al comer que jamás había experimentado antes, y es cierto que muchas de mis clientas sienten lo mismo.
No existe una única respuesta correcta para este tipo de situaciones, pero el truco está en nuestra FORMA de responder. Mi consejo es que nunca os sintáis ofendidas. La gente no sabe mucho sobre nutrición y lleva toda una vida alimentándose de la forma que ellos creen correcta, por lo que esas reacciones negativas dicen más de su actitud que de la vuestra. Es algo personal e íntimo que no tiene nada que ver con vosotras. Es simplemente su forma de expresar lo que tu forma de vida les hace sentir a ELLOS.
Lo más importante además de no ofenderse y no tomárselo como algo personal (cosas que he aprendido gracias a ESTE GRAN LIBRO), es que respondáis siempre de forma positiva. Explicad vuestras razones si os apetece, pero siempre desde un enfoque de respeto y positividad. Si la persona que os ha hecho la pregunta os ve felices y CONVENCIDOS de vuestra decisión, os aseguro que llegará un momento en el que las preguntas cesarán. Otra opción sería hacer el trabajo de antemano e invitar a esa persona a nuestra casa a cenar, para prepararle una cena saludable exquisita y saciente para mostrarle que comer sano es lo más. Puede que os sorprendáis con las reacciones de algunas personas (para bien).
Por último, recomiendo que solo hagáis comentarios sobre vuestro estilo de vida si os preguntan. Es cierto que el estilo de vida saludable es increíble, te hace sentirte bien contigo misma cada día y ¡te gustaría que todos hicieran lo mismo! Sin embargo, no todo el mundo está en el mismo momento de su vida y puede que no estén preparados para hacerlo y que alguien les dé un discurso que no han pedido no va a hacer que cambien el chip (y quizás incluso tenga el efecto contrario).
Respuestas que podemos utilizar:
«No es que no pueda, es que NO QUIERO»
«Comiendo así me siento muy feliz y a gusto conmigo misma, y espero que lo respetes y te alegres por mí»
«Ya sé que por un día no pasa nada, pero es que de verdad que no me apetece, pero gracias»
«Si no te gustan las verduras, te invito a cenar a mi casa, ¡verás como te acaban encantando!»
«Como de todo, menos las cosas que no son saludables o me sientan mal»
«No pretendo ser una aguafiestas, simplemente pretendo comer como me gusta, lo siento si te molesta pero es mi elección, gracias por respetarla»
Aceptar que no todo el mundo está en el momento adecuado para hacer transición a un estilo de vida saludable es el primer paso para no indignarse con este tipo de comentarios y preguntas. En realidad, es difícil cambiar las costumbres que nos han inculcado desde pequeños y debemos entender que a aquellos que promovemos el estilo de vida saludable nos queda mucho trabajo por hacer, pero realmente debemos tomarnos cada una de estas situaciones como un reto y una oportunidad para educar y hacer del mundo un lugar un poco más saludable cada día.
¿Os han hecho algún comentario de este tipo alguna vez? ¿Cómo habéis reaccionado? ¿Qué es lo que más os molesta que os digan? ¡Queremos saber de tu experiencia!
Jess
Hay muchas cosas que me resultan familiares jeje, el hecho de que llevar una vida saludable, no sabes disfrutar de la vida, una conversación con una amiga, pues me decía que hay que probar de todo, que mola tirarse una tarde de terrazas a cañas/copas con los amigos y demás,yo no bebo alcohol, será que el tema de conversación y las risas las impone el alcohol, así que bueno…en fin. He sido fumadora, a raíz de dejarlo, encontrarme mejor e interesarme en cuidarme mas, y siempre me achacan que yo el año pasado fumaba y que no era así, como echándome en cara que también lo hacía mal, y lo reconozco, y la pena es no haber cambiado antes les digo. Tengo muy claro que mucha gente no tiene ganas de cambiar y menos aún de cuidar su salud, porque hablas del tema, ya no veganismo, sino alimentación saludable, te dan la razón y que viva Mc Donald’s. Al principio compartía con la gente cercana información de nutrición saludable, pero viendo las respuestas, he acabado por callarme y no acabar indignada cada día. Que te digan que comer verduras todos los días tampoco es bueno (después de enseñar videos de charlas de nutricionistas, el plato saludable de Harvard)… ¬¬ Es como…¿me estás vacilando? Me pasa lo mismo pero con el tema medioambiental, se piensa que reciclando un poco ya cumplen. A ver si alcanzo ese estado de paz de que me de igual los comentarios de la gente.
Un saludo!!
Marta
Hola Ally!
Yo sigo desde hace algo más de un año la alimentación macrobiótica, aunque no soy 100% estricta y me doy mis caprichos «no saludables». Empecé por salud pero realmente me gusta comer de ese modo, o comida vegana, vegetariana… Mucho antes de seguir esa alimentación ya retiré los lácteos, gluten e intentaba comer más sano, por la salud de mis digestiones y porque, como te comentaba, me gusta. Me encanta ir a bares, restaurantes, cafeterías, donde poder comerme una tostada con aguacate y un matcha o café con soja! O unos fideos de arroz con verduras o ensaladas de quinoa, o una hamburguesa veggie… qué rico!!
Y por supuesto, tengo que aguantar en muchas ocasiones comentarios de ese tipo (qué cansinos!!), y si a eso le añades el de: «claro! cómo no vas a estar así de delgada con lo que comes!», ese si que puede conmigo… Lo llevo lo mejor que puedo pero la verdad es que me irritan y enfadan ese tipo de comentarios, sobre todo cuando ves que la persona que te los hace, o es híper rara comiendo y come a,e,i,o,u, cuando tú, aunque de diferente modo, comes de todo, o es una misma persona que cada vez que compartes mesa con ella te repite lo mismo… Siempre digo que la próxima vez que me pase intentaré serenarme y responder tranquilamente con algo contundente y una sonrisa pero a veces no puedo 😀
Un besito!
Josefina
Hola Ally,
Soy nutricionista y una de mis pacientes que veo cada tanto me ha mandado aquí diciéndome «para que entiendas como me siento algunas veces con otra gente».
Y la verdad es que tienes toda la razón, hay bastantes personas un poco molestas con las decisiones de cada uno y hay que aprender a no tomárselo enserio, me encanto tu blog, sin duda lo seguiré leyendo.
Saludos desde Chile!
Marián
Hola! Yo creo que mi familia y amigos son maravillosos!! Ningún reproche, ni pregunta, ni juicio; es más, mi mami ya no come carne, el pescado le cuesta. Están felices porque yo estoy sana, delgada, feliz, con el cuerpo deshinchado. En el trabajo sólo una persona se mofaba pero eso ya dice todo de qué clase de persona es. Un fuerte abrazo!