Hay un tema de alimentación sobre el que siempre hablo con mucha pasión: los lácteos. Más que pasión es lo contrario, pero es un tema que me fascina y me mosquea al mismo tiempo.
Como algunas sabéis, yo llevo sin tomar lácteos desde 2012. Básicamente mi cuerpo empezó a rechazar todo tipo de lácteos y sobre todo la leche de vaca, y después de una prueba muy sencilla, me confirmaron que mi cuerpo se llevaba muy mal con los lácteos. Algunos de los síntomas que me hicieron consultar con el médico fueron el hinchazón y ardor de estómago, regurgitación, dolor de tripa y otros síntomas más «complejos», por así decirlo. La verdad es que fue duro darme cuenta de que mi cuerpo rechazaba un alimento que para mí era tan habitual y necesario, pero una vez empecé a informarme sobre el tema descubrí que no estaba sola, ni mucho menos. Esto fue mucho antes de comenzar a cambiar mis hábitos alimentarios y ni de lejos pensé en ese momento que la intolerancia a la leche no solo era algo muy común, sino que era algo que tenía sentido.
Empecemos por lo más básico: ¿Qué es la leche? La leche (de vaca, de cabra o cualquier otro animal de granja) es la leche que estos animales producen para alimentar a sus crías. Está compuesta or agua, lactosa, grasa y proteína. Obviamente el objetivo de esta leche materna es el mismo que el de la leche materna humana: alimentar a las crías y que éstas crezcan fuertes y sanas.
Para que un ternerito de pocos kilos alcance el peso y el tamaño de una vaca adulta, obviamente necesitan hormonas de crecimiento, las cuales obtienen de la leche materna también. Estas hormonas hacen que un bebé se convierta en un «bicho» de unos 800 kilos en cuestión de meses.
POR QUÉ NOS HACEMOS INTOLERANTES A LA LACTOSA
La lactosa es una azúcar que contienen los lácteos, y para digerirla necesitamos una enzima (lactasa). Hay gente que no produce esta enzima o lo que es mucho más común, la ha dejado de producir con la edad. Supuestamente ningún mamífero necesita beber leche después de la infancia, con lo que es normal que nuestro cuerpo rechace algo que no necesita consumir para vivir; al fin y al cabo la leche materna es eso, un alimento destinado a un bebé, ya sea un ternero o un humano.
POR QUÉ NO TIENE SENTIDO TOMAR LECHE
Desde siempre había desayunado café con leche para desayunar y es cierto que notaba ciertos síntomas tan pronto como lo consumía, aunque siempre lo achaqué al café, y no a la leche. Lo mismo me pasaba con otros tipos de productos que contenían lácteos, aunque en diferente medida. Una vez eliminé por completo los lácteos estos síntomas desaparecieron por completo y mi estómago nunca ha estado tan agradecido. Dejé de comer carne hace casi dos años y también me sentí genial, pero nada comparado con cómo mi cuerpo se transformó por completo cuando los lácteos desaparecieron de mi vida.
Al contrario de lo que la indústria láctea nos ha hecho creer con infinidad de anuncios y campañas de publicidad, los lácteos NO SON NECESARIOS en absoluto para los humanos, y de hecho están relacionados con bastantes problemas de salud.
La mayor razón por la que la gente consume lácteos (aparte de que les gusta), es por el calcio. El calcio es muy importante ya que mantiene nuestros huesos fuertes, y es esencial asegurarnos de que consumimos suficiente calcio para mantener la densidad de los huesos. Sin embargo, consumir más de 600 mg cada día (se pueden obtener 600 mg fácilmente sin lácteos, oh sorpresa, hay más fuentes de calcio que la leche) no contribuye a una mejor densidad ósea.
ESTUDIOS SOBRE LOS LÁCTEOS
Numerosos estudios han demostrado que los lácteos no tienen ningún efecto sobre la densidad de huesos(1). De hecho, otros estudios han demostrado que el consumo de lácteos incrementa en un 60% el riesgo de desarrollar fracturas de cadera (2) y en los países en los que se consumen más lácteos existen más incidencias de este tipo de fracturas (3).
El calcio se puede obtener perfectamente de otros alimentos como el brócoli, kale, legumbres y las leches vegetales o zumos fortificados. El ejercicio también es vital para prevenir las fracturas, la osteoporosis y la pérdida de densidad ósea.
Por otra parte, el consumo de lácteos contribuye a un colesterol alto y ha sido relacionado con enfermedades cardiovasculares (4). El consumo de lácteos también se ha asociado a diferentes tipos de cáncer, especialmente los de próstata (5)(6) y pecho.
Según los estudios, probablemente esta relación se deba al incremento de la hormona IGF-1 (contenida en la leche de vaca). El consumo habitual de leche y lácteos contribuye a mayores niveles de esta hormona (7).
En otro estudio de 1.893 mujeres que habían sido diagnosticadas cáncer de pecho invasivo, el consumo de lácteos altos en grasas se relacionó con tasas de mortalidad más altas (8), probablemente debido a que las hormonas estrogénicas se encuentran principalmente en la grasa de los lácteos. También puede contribuir al desarrollo de cancer de ovarios, probablemente debido a que la lactosa se sintetiza en galactosa, un azúcar que puede ser tóxico para las células de los ovarios (9) (10).
Por otra parte están todos los demás contaminantes y pesticidas que contiene la leche de vaca: hormonas sintéticas como la hormona recombinante de crecimiento bovino, que se utiliza a menudo en las vacas para incrementar su producción de leche. Una vez las consumimos estas hormonas interfieren con el funcionamiento de las nuestras.
También está el probema de los antibióticos. Las vacas lecheras tienen las ubres conectadas a aparatos que extraen la leche continuamente, asi que como es normal, suelen desarrollar inflamaciones o mastitis. Para tratar estos problemas se les administran antibióticos, que en ocasiones pueden pasar a la leche que después consumimos. Por no hablar de los pesticidas (PCBs y dioxinas por ejemplo) que a menudo se encuentran en la leche y que pueden acumularse hasta cantidades realmente peligrosas que con el tiempo pueden afectar al sistema inmunitario, reproductivo y nervioso central. Además, estos pesticidas se han relacionado directamente con el cáncer(11). También se pueden encontrar en la leche otros contaminantes que llegan a ella durante el proceso de producción, como por ejemplo la melamina, que puede encontrarse a menudo en plásticos. Este contaminante tiene un alto contenido de nitrógeno y puede afectar a los riñones y las vias urinarias. Cabe recalcar que la pasteurización NO ELIMINA EN ABSOLUTO estos pesticidas y contaminantes.
Finalmente, algo que a mí me traumatizó totalmente en su día fue descubrir que cuando las vacas tienen infecciones de cualquier tipo (como la mastitis) en las ubres, más del 90% de las células somáticas en la leche son neutrófilos, las mismas células que forman lo que llamamos «pus» (la misma sustancia blanquecina que se crea en los típicos granos/acné). La media de estas células somáticas en la leche de vaca POR CUCHARADA es de 1,120,000.
Podría seguir citando estudios todo el día pero con esto os hacéis una idea de por qué no me costó nada dejar la leche hace tanto tiempo, mucho antes de hacerme vegana.
LA REALIDAD DE LAS VACAS LECHERAS
Desde pequeña siempre he pensado en las vacas lecheras de forma positiva: pastando tranquilamente por un campo verde, descansando, dando de mamar a sus becerros, siendo ordeñadas cariñosamente por sus dueños… pero estamos en 2016 y la realidad es otra.
Esta imagen positiva y llena de paz que la industria de los lácteos nos ha vendido no es más que una estrategia de marketing. El 95% de la leche se obtiene de ganadería industrial, no de vacas locales de granjeros sonrientes. Las condiciones en las que estos animales viven su vida, en un espacio mínimo y confinadas en la oscuridad durante la mayoría de su vida, son totalmente horribles, se mire por donde se mire. Antes de que alguien saque el argumento de que «eso no pasa en todas partes», os diré que sí, en el 99.9% de las prácticas de hoy en día ocurre así.
Por naturaleza, para que una vaca produzca leche, tiene que ser madre. Obviamente la indústria láctea no puede estar esperando a que las vacas tengan una noche romántica con el amor de su vida, ni puede esperar a que se quede embarazada para que dé leche. Por eso, la práctica usual consiste en inseminar artificialmente a las vacas. Me diréis que tiene de natural retirar el semen mediante una probeta gigante al semental e ir insertándolo en las vacas ya sea con herramientas o directamente insertando el brazo. Lo siento si esto suena demasiado gráfico y específico pero no se me ocurría otra forma de describirlo.
Finalmente, y por si fuera poco, después de ser inseminadas artificialmente y haber gestado, a las pocas horas o días de parir les retiran a su cría, para que no se beba esa leche (ya que la «necesitamos» para consumo humano). Si la cría es hembra, se utilizará como vaca lechera con el mismo proceso que vivió su madre. Si la cría es macho, pues bien, ya sabéis de dónde viene la ternera.
Aquí tenéis una imagen que obtengo si hago una sencilla búsqueda en Google sobre «lácteos»:
Precioso, ¿verdad? Una lástima que la realidad sea esta:
Esto último es un criadero de terneros, a donde llevan a las crías a los pocos días de nacer.
Y por supuesto, cuando estas vacas lecheras ya no dan más de sí y no son aptas para seguir criando, van al matadero donde son sacrificadas y procesadas para para el consumo humano. Y esto no acaba aquí. Obviamente el estrés que experimentan las vacas en los mataderos (el miedo, ver y oler cuerpos de otras de su especie, etc) se transmite a su carne y por consiguiente a nuestro cuerpo cuando la consumimos, y esto tiene diversos efectos en nuestra salud. (12)
En este video podéis ver un resumen de todo lo que os he contado:
Me temo que si estás pensando que esto solo es la imagen de unas pocas granjas, te estás engañando a ti misma. Esta es la forma en la que viven TODAS las vacas que dan leche para el 99% de las marcas de lácteos hoy en día.
LAS ALTERNATIVAS
Para mí el consumo de lácteos ni siquiera tiene discusión (en mi terapia nutricional específica para casos de ovarios poliquísticos tratamos mucho este tema). Independientemente de los numerosos estudios que se han llevado a cabo y han demostrado que los lácteos no solo no son necesarios sino que son perjudiciales, personalmente me parece que no tiene ningún sentido consumirlo. Cuando montaron en Londres un puesto de helados de leche materna, las redes sociales se volvieron locas comentando lo asqueroso que les parecía. Ahí es cuando te das cuenta de lo lavado que tenemos el cerebro. ¿En qué momento nos parece asqueroso consumir leche materna de nuestra propia especie pero no de una vaca? ¿En qué momento decidimos que necesitamos la leche materna de una vaca para vivir, pero no la de una oveja, un perro, un caballo o un mono?
Está claro que hay muchos intereses económicos detrás de estas preguntas, y a ellos les interesa que no nos las hagamos. Beber leche de vaca es un hábito que nos han inculcado desde siempre (al menos recuerdo que en mi escuela nos daban un vaso de leche todos los días, cortesía de la indústria de los lácteos por cierto) y siempre nos han metido en la cabeza que los necesitamos para obtener calcio. Sin embargo existen infinidad de alimentos y alternativas que pueden proporcionarnos todo el calcio que necesitamos (además de las leches vegetales fortificadas), como por ejemplo:
Estos alimentos pueden proporcionarnos la misma o más cantidad de calcio que la leche de vaca y la mayoría de ellos contienen menos calorías y menos grasa. Además, nos proporcionan muchos otros nutrientes y antioxidantes que la leche de vaca no nos da, por no hablar de la cantidad de fibra.
Desde un punto de vista nutricional el consumo de leche me parece totalmente innecesario; desde el punto de vista ético y medioambiental me parece totalmente terrible, y desde el punto de vista natural me parece la cosa más rara y antinatural que el ser humano hace. Estamos en 2016, ¡es hora de pensar por nosotros mismos y disfrutar de las mil alternativas que hoy en día tenemos en el mercado! Como se suele decir, si no es tu madre probablemente su leche no sea para ti. La naturaleza es sabia y muchas cosas que consumimos las vemos como «naturales» porque nosotros lo hacemos así, no porque la naturaleza lo haya hecho de esa forma.
Como siempre digo, cada día estamos votando, aceptando y financiando con cada producto que consumimos, y es importante que lo que pensamos y sentimos se refleje en ello.
Aquí tenéis uno de los mejores documentales sobre el tema, Cowspiracy.
Cualquier pregunta, aquí estoy hermosas xx
Raquel
Hola Ally! Yo adoraba mi leche con cola cao! Estuve años sin desayunar otra cosa, especialmente cuando llegue a UK y probé la leche de vaca fresca (deliciosa y toda una novedad para mí). Hace dos años y medio decidí eliminarla por varios motivos (algunos de los que incluyes) y lo llevo muy bien y reconozco que el hinchazón matutino despareció radicalmente. Hace un año como me sentía mal por la teórica falta de calcio empecé a tomar yogurt también en el desayuno. Me encantan y aunque me gustarían eliminarlos también de mi dieta (y más después del detalle de los neutrofilos/iughhh) he probado los yogures de soja y los destesto…y los de coco tienen un precio desorbitado! Alguna alternativa para el yogurt please? Gracias!!!?
Ally
RaquelHola hermosa! Me alegro de que te haya ido bien el dejar los lácteos también! Yo para el yogur utilizo anacardos, tengo receta en el blog, le puedes poner cualquier sabor que quieras! Y puedes hacer una ración para toda la semana porque dura un montón en la nevera 🙂 Seguro que te sorprende! Y sí los yogures de coco son muy caros y los de soja a mí tampoco me gustan aunque poco a poco seguro que sacan más cosas 🙂 Un besazo xx
Beatrix
Hay un desconocimiento profundo en pediatria sobre alimentación.
Estan obsesionados en darles leche de cualquier tipo , sin lactosa, con vitaminas, semidesnatada y cereales industriales ,sobretodo de trigo.
Y si les cuestionas algo, se enfurecen , te tratan como una idiota,como una madre va a saber más que un médico!!
Ally
BeatrixYa, es muy cierto eso. Yo por ejemplo hay veces que les he dicho q podía intentar solucionar algo primero con remedio natural y alimentación y me han mirado como si fuera una hippie flipada :/ Los médicos tienen poco más de unas horas de estudios de nutrición además 🙁 Muchas madres que se informan y documentan durante horas y horas para saber que es lo correcto probablemente sepan más que ellos, que no son nutricionistas ellos tampoco. Un besazo bonica xx
cristina
Me ha encantado leerte, pero lo leo con pena, con pena por mi, xq me encanta la leche…pero sé que es verdad lo que escribes, también te digo que poco a poco la voy reduciendo y se que hay veces que me sienta mal por ejemplo cuando la tomo por las noches, poco a poco intentare ir cambiandome a las leches vegetales pero las de supermercados las podriamos llamar a la mayoria leches de azucares en vez de vegetales… tambien decir que la leche de vaca nunca nunca tendran,las q comercializan, antibioticos, xq automaticamente hay q retirar a la vaca de la produccion de leche para consumo humano (trabaje en un laboratorio lechero) como se de de paso esa leche, se les cae el pelo literal y logicamente se retira.
Despues de este rollo, intentaré pronto tomar leches vegetales de verdad jeje
Asun
Muy interesante el articulo Ally ?
Raquel
Ally acabo de ver la receta de yogur! Genial, porque me la había perdido. Qué procesador usas tú para que se quede con esas textura? Es que ayer encima vi el documental de Fed up y me ha terminado de rematar. Muchas Gracias! Estoy deseando probar la receta ????
Ally
RaquelGenial bonica! Verás que te sentirás mucho mejor ? Yo tengo la Vitamix que es un monstruo, es una mega inversión pero merece la pena pq se puede usar para mil cosas, yo la uso cada día. Un besazo guapa y cualquier cosa ya me dices 🙂 xx
Raquel
Genial! Muchas gracias!!! La tengo fichada, a ver si para estas navidades cae pues…??
Paula
Genial post Ally!!! Yo llevo varios meses consumiendo solo leches vegetales pero también es un mundo y le echan mucha porquería! Últimamente he descubierto que la de soja tipo alpro me sienta fatal, hinchazón, diarrea…. asi que estoy en busca de la leche vegetal sanota… alguna recomendación? Mil gracias!!
Ally
PaulaHola Paula, hace unas semanas publicamos una entrada sobre todas las leches vegetales del mercado, échale un vistazo! 🙂
Azara
Hacia tiempo que no leia in articulo tan bueno e inspirador. Muchas gracias por tu busqueda de pruebas. Simplemente genial.
Lourdes
Me encantan los lácteos, pero los estoy eliminando casi totalmente, tengo una tendinitis recurrente en el supraespinoso y leyendo acerca de alimentación y pautas naturales para mejorar encontré que los lácteos generan unos residuos que se acumulan en las articulaciones de los hombros. Lo he hablado con mi fisio y me ha confirmado que generan mucha acidez, por lo que estoy con soja ecológica y otras leches vegetales, a ver si evoluciona a mejor ?
Noelia
Hola Aly gracias por este post, la verdad que tienes mucha razón, nos han metido en la cabeza que hay que tomar leche si o sí toda tu vida. La leche de vaca no es buena pero sería una alternativa beber leche de soja o de almendras o sin lactosa? O también crees que es perjudicial? Los alimentos alternativos que comentas están casi todos en nuestro día a día la verdad, es cuestión de cambiar los hábitos y la mentalidad, gracias por la información, un beso!
Ally
NoeliaHola Noelia, la leche de soja, sobre todo la ecológica que no lleve azúcar (mira la entrada de leches vegetales del blog) son una opción perfecta, la soja no tiene nada de malo. Y la lche sin lactosa es la leche de vaca con una enzima digestiva anadida, con lo cual, es exactamente lo mismo que la leche normal de vaca, solo ms fácil de digerir (lo cual es gracioso porque si tu cuerpo te dice que no quiere leche materna de otra especie, será por algo) 🙂