Esta entrada del 31 de diciembre es ya un clásico en Allycancook.com, tal y como lo era en mi anterior blog. Me gustan las tradiciones, sobre todo las que sirven para algo. No me gusta hacer las cosas por hacer, me gusta que a poder ser, todo lo que hago tenga alguna utilidad, ya sea para mí o para otras personas, y en este caso, esta entrada me sirve como reflexión sobre todo lo que he aprendido este año y comenzar un nuevo capítulo en la web.
Para mí el Año Nuevo no tiene ninguna trascendencia física, no tiene nada que ver con felicitar el año a gente con la que no he hablado en siglos, o en pretender que de repente, a las 00:01 soy otra persona diferente de la que era hace un minuto. Sigo siendo la misma, pero este punto y aparte me sirve como barrera metafísica para hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero. Para mí, el Año Nuevo es como una ducha fresca en pleno verano, que te hace salir de ella totalmente renovado y con ganas de comerte el mundo.
Hace poco en la última Masterclass de 2017, comentaba con una de las asistentes cómo mi blog anterior ya no me representa en absoluto. No quiero eliminarlo, ni intentar pretender que esa parte de mí ya no existe, o incluso que nunca existió. De hecho me gustaría que ese blog quedara ahí para siempre, para recordarme de dónde vengo y todo lo que he progresado. Creo que muchas veces, cuando cometemos errores, o cambiamos de opinión, o simplemente, nos convertimos en otra persona, parece que tenemos que pedir perdón por haber sido así en el pasado. Tengo noticias para ti, no se trata de pretender que ahora eres otra persona, sino de algo que se llama PROGRESO y EVOLUCIÓN.
Esto es algo de lo que siento que tengo que hablar mucho cuando alguien dice algo sobre mi alimentación, sobre el hecho de que sea vegana, o de que ahora intente optar por el minimalismo y residuo cero. Es como si por el hecho de haber progresado, tuviera que dar explicaciones extra sobre mi pasado. «Pues antes bien que comías hamburguesas», «pues antes bien que comprabas maquillaje», «pues antes bien que comprabas ropa a raudales». Y en realidad lo único que me apetece contestar después de escuchar estas frases por enésima vez, es:
«Ya, y cuando era bebé también me cagaba encima hija. Pero te prometo que ahora utilizo el retrete».
De verdad, nunca entenderé la gente que utiliza lo que hiciste ayer como munición para menospreciar el trabajo que estás haciendo ahora y todo lo que has conseguido. Es como si a una persona que acaba de dejar de fumar le dijéramos que volviera a fumar porque ayer se fumó un último cigarro. No tiene ningún sentido.
Siento decirlo, pero creo que especialmente en este país, se penaliza el progreso y el avance como si fueran algo que solo la gente «que se cree mejor» hace. Esta cultura está tan arraigada en la costumbre y la comodidad, que cualquiera que quiera despegar su culo de ella está considerado una especie de bicho raro que se cree superior. Basta ya de tanta hipocresía, dejemos de recordarle al vecino lo que hizo mal ayer y comencemos a cuidar de nuestras propias taras, porque esto no es un cubo de cangrejos. Basta ya de cotillear, de criticar, de mirar qué hace la de al lado, de lo que se cree o deja de creer, de lo que piensa que se merece, de lo que cree que sabe y lo que no. Solo la gente que no está contenta con su vida se preocupa por la de los demás. Si os fijáis en la gente con éxito, o conocéis a alguna, ¿os dais cuenta de que jamás critican a los demás? Al contrario, siempre intentan ayudar, impulsar e inspirar a los demás. No verás a Oprah, Richard Branson, Cris Karr, Tony Robbins o cualquier persona con éxito profesional y personal, perder el tiempo diciendo que su vecino ayer se comió una hamburguesa y hoy es vegano. Porque sinceramente, si a alguien le importa esto, le propongo un ejercicio urgente de prioridades.
Todo esto lo comento porque este ha sido el primer año en el que me he dedicado a tiempo completo a trabajar con clientas de forma individual, y no os podéis imaginar la de veces que me escriben (mis servicios de estilo de vida incluyen soporte por WhatssApp por lo que me contactan siempre que me necesitan) pidiendo un poco de ayuda o consuelo porque su entorno no deja de machacarlas con comentarios inapropiados, insensibles e incluso crueles sobre su nuevo estilo de vida o ganas de mejorar. Lo bueno de todo esto es que estas situaciones me sirven para analizar la sociedad en la que vivimos, y en este caso, me doy cuenta de que mucha gente no cambia de estilo de vida por el qué dirán. Y eso es precisamente lo que hoy quería reiterar.
Nuestra vida, es nuestra, de nadie más, nadie puede obligarnos a hacer algo que no queremos. Pero al mismo tiempo, la simple opinión de otra persona tampoco debería condicionar lo que queremos hacer. He visto demasiados casos de gente con talentos increíbles para el arte que acaban en un trabajo de oficina que odian, demasiada gente que quiere comer sano resignándose al bocadillo de jamón por lo que le dirán en la oficina, y solo puedo decir: basta ya. Cada uno de nosotros es igual de responsable que esas personas de no perseguir nuestros sueños, de no conseguir lo que queremos. ¿Quieres vivir la vida de esas personas, o quieres vivir la vida que TÚ quieres vivir? ¿Quieres jugar sobre seguro, o saber lo que pasaría si te arriesgas? Desde mi punto de vista, merece más la pena intentar y perder, que no intentarlo jamás, porque si lo intentas al menos acabas en el mismo sitio pero con una certeza en tus manos. De la otra forma todo son «¿y si…?».
A la gente cotilla, la gente negativa, la gente que se mete en la vida de los demás, lo que les falta es esa valentía que ven en ti. Esa valentía que amenaza el Status Quo y les hace sentir incómodos, así que créeme cuando te digo que la opinión que la gente tiene de ti y de lo que haces, no tiene nada que ver contigo, sino con lo que lo que tú haces y eres les hace sentir. Y déjame recordarte, que hagas lo que hagas, siempre, SIEMPRE habrá alguien que lo critique. Así que, si el resultado va a ser el mismo, ¿por qué no hacer lo que te salga de las narices y quedarte más a gusto que nada?
Estoy aquí para recordarte, y recordarle a mi yo de 2018 que no solo eres capaz de conseguir todo lo que quieres, de ser quien quieres ser y de cambiar el mundo, tú solita, sino que además no estás sola. Desde mi punto de vista, hay dos lados en esta vida: la gente que vive del drama, y la gente que vive del amor. Nada de lo que has hecho en el pasado determina tu futuro, así como nada de lo que los demás puedan decir de ti te define como persona. En 2018 quiero que recuerdes mis palabras: este es tu año, y puedes ser y conseguir LO QUE TE DÉ LA REAL GANA.
Aliméntate de gente positiva, inspiradora, que te apoye cuando lo necesitas, y que en lugar de amargarte la existencia recordándote que hace 5 años comías hamburguesas, te recuerde que eres una persona increíble con la misma capacidad, suerte y posibilidades que cualquier otra persona en este mundo de conseguir lo que desea. De hecho, no me canso de repetir que nuestro DEBER es venir a este mundo a brillar, a realizar nuestro propósito e inspirar a otros a hacerlo, y a pasarlo estupendamente cada día de nuestra vida. Te aseguro que nadie te da un Gallifante por sufrir más que los demás.
Mi reflexión de este año 2017 es que, nunca sabes dónde pueden surgir las oportunidades, y muchas veces, estamos tan centradas en buscar la aprobación de los demás que no somos capaces de verlas aunque nos den un mamporro en la cara con ellas. Por eso, es necesario dejar ir a esa necesidad de complacer a todo el mundo o no ofender a nadie, y simplemente seguir nuestro camino. La gente que de verdad nos quiere, nos acompañará en ese camino, y esa, solo esa, es la gente que de verdad se merece un lugar en nuestra vida. La gente que nos impulsa, nos escucha, nos apoya y nos da un par de bofetadas de realidad cuando tenemos el día tonto y lloramos porque no nos ha salido bien la tostada de aguacate (gracias María).
Así que chicas, este 2017 ha sido una montaña rusa increíble (he lanzado mi negocio oficialmente, he publicado un libro, he trabajado con cientos de clientas, he hecho dos masterclass, he leído 35 libros, he corrido 10 km seguidos, he aprendido a hacer Crow Pose en yoga, he aprendido un poco de sueco, he viajado a New York, me he comprado una casa, he dado charlas sobre estilo de vida, he pintado un cuadro, he aprendido caligrafía, entre otras cosas), pero, oh boy, estoy más que lista para pasar página y hacer del 2018 MI MEJOR AÑO HASTA AHORA. Y sabéis por qué estoy tan segura? Porque sé que la única responsable de ello soy yo. Quiero que vuestro objetivo principal en 2018 sea recuperar el poder y la convicción de que el azar no tiene el control de vuestra vida y vuestras emociones. Quiero que sepáis que siempre que necesitéis a alguien que os recuerde lo especiales, capaces e increíbles que sois cada una de vosotras, estaré aquí.
El hecho de haber cometido un error no significa que tengamos que seguir por el camino de la mediocridad. Solo significa que el universo necesitaba enseñarnos una lección totalmente necesaria para alcanzar nuestro máximo potencial y sacarle el mayor partido a esta locura de viaje que es la vida. Confía en que todo lo que pasa es para tu bien, y que por mucho que parezca que las olas se rompen en tu cara y tragas agua sin parar, cuando la marea pasa, hay una tabla de surf esperándote para ayudarte a ver la puesta de sol y el paisaje. Haz las paces con tu yo del pasado, dale un beso, y abraza al nuevo yo. Esta noche a las 00:00 cuando suenen las campanadas, unamos toda esta fuerza y energía TODAS al mismo tiempo, porque juntas vamos A DARLO Y COGERLO TODO en 2018. Va a ser flipante.
Feliz Año nuevo bonicas, se os quiere mucho, mucho.
Paz, amor y hummus (y Backstreet Boys)
Ally
María
Hola Ally! Enhorabuena por tu post. Siempre te leo pero es la primera vez que te escribo. Estoy muy de acuerdo con todo lo que dices, y creo que debes estar muy orgullosa de todo lo que has logrado este año. Yo también estoy contenta con el mío, ha sido año lleno de viajes, experiencias y cambios hacia hábitos saludables, aunque espero que el 2018 sea aún mejor. Te deseo toda la felicidad del mundo. Feliz año!
Berta
Paz y amor para ti también. ?
Arualchu
Me voy a imprimir tu post para tenerlo como Biblia. Me pasa eso que comentas mucho, que ahora, porque durante todo este año he aprendido a ser feminista, feminista de verdad, no de boquilla como era antes, la gente no deja desecirme “tu antes no decías esto, tú anrws pensabas lo otro” y tengo que ir siempre diciendo “MENOS MAL, significa que he avanzado, he aprendido algo, GRACIAS.”
En fin, que tienes más razón que un santo.
Vayamos a por el 2018.
Un besazo guapa.
@arualchu