Últimamente se están viendo por ahí muchísimas noticias sobre las dietas «veganas» o libres de productos animales, principalmente porque poco a poco este tipo de dieta o estilo de vida se está normalizando a pasos agigantados. Ahora todos los supermercados tienen su propia leche de avena, de almendras o de soja. Esto hace que mucha gente comience a interesarse por ella, y mucha gente me escribe comentando que le encantaría empezar con ella, pero que tiene miedo de no saber hacerlo bien o de cómo podría reaccionar su entorno.
Este es un tema del que hablo en mi libro: cómo prepararse para comenzar con este cambio, así como cómo afrontar las relaciones personales. Y de lo que me doy cuenta cuando la gente me hace estas preguntas, es que lo surrealista es que nos da miedo hacer lo que creemos correcto, y el hecho de que nos planteemos si una dieta basada en verduras, legumbres, hortalizas, cereales y fruta es saludable. Tenemos el cerebro tan lavado que no somos capaces de ver que lo que hemos normalizado es la comida basura, la fritura, las comidas sin ningún interés nutricional (por ejemplo, bocadillos de embutido) y la comida procesada.
Hemos llegado a un punto en el que lo normal es desayunar un bollo con leche materna de otro animal, pero nos echamos las manos a la cabeza cuando alguien nos dice que desayuna aguacate o avena. Lo normal es comer carne a todas horas (un poco de pavo para desayunar, una ensaladilla de atún para comer, y unas pechugas a la plancha para cenar). Y entre carne y carne, dos cafés con leche, un yogur y unas tapitas de queso.
Como coach y amante de la comida saludable, me parte el alma ver como hay personas que se mofan con orgullo de «lo verde», de lo sano, y cómo gente con problemas de salud derivados de la obesidad mórbida, mira a otros que comen saludable como si fueran unos pobrecitos muriendo de inanición. Parece que lo que está de moda no es comer sano, sino burlarse y señalar a aquellos que, oh mira por donde, quieren comer de una forma que no les acabe matando poco a poco. Todo esto me ha recordado a todas esas cosas que no hacemos, simple y llanamente porque tenemos miedo. De la sociedad, de fracasar, de ser diferentes, de nuestro entorno, o incluso de nosotros mismos.
Pero mira, las personas que han conseguido algo grande en la vida, siempre han sido personas a las que la sociedad les ha señalado como si fueran perros verdes. Las personas que han hecho algo significativo se han enfrentado a las opiniones desalentadoras del resto del mundo y de su entorno, pero nunca han mirado atrás. Si sientes miedo por hacer algo, es porque te importa y de verdad lo quieres.
Yo no tengo miedo a viajar en globo; básicamente porque no me importa. No me interesa.
Pero sí que me daba miedo cambiar mi alimentación, hacerme vegana, cambiar de país, dejar mi trabajo, abrir mi propia empresa, todo lo que he hecho este año, absolutamente todo, me daba muchísimo miedo. Y es que, como os he comentado alguna vez, la valentía no es la ausencia del miedo, sino la capacidad de hacer lo que quieres a pesar de él. Y así es como intento ver la vida. Ahora, cada vez que veo algo que me da miedo, no me lo pienso y lo hago. Después por el camino ya se me ocurrirá CÓMO hacerlo, pero hacerlo, lo hago.
Sabes, la vida no es eterna. Tenemos un tiempo muy limitado en esta tierra y te aseguro que no nos sobra el tiempo para empezar a hacer lo correcto, aquello que queremos. Me pasé casi 30 años viviendo mi vida de una forma en la que el miedo y la opinión de los demás influenciaba demasiado mis decisiones, y un día dije «basta». Me gustaría ahorrarte tiempo y decirte que no esperes más. Cada día es un buen día para comenzar a vivir cómo, dónde y con quien TÚ quieras vivir.
Lo más probable es que le estés dando demasiada importancia a ese cambio que quieres realizar, probablemente lo veas como un gigante casi imposible de derrotar. Pero estoy aquí para asegurarte una cosa:
NO ES PARA TANTO.
TE LO PROMETO.
La sociedad siempre ha estado en contra de aquellos que querían cambiar las cosas, que eran diferentes. Pero también es cierto que aquellos que han vivido su vida dejando que el miedo la dictara, no han conseguido nada significativo.
Una vida saludable, en el trabajo de tus sueños, con unas relaciones personales increíbles y viviendo la vida que quieres vivir. Ni más ni menos. Comienza a comer saludable, aplica a ese trabajo,
deja a esa persona tóxica, cómprate esos vuelos a Japón, abre esa tienda que siempre has querido, aprende a bailar claqué, tírate en paracaídas. Deja que el miedo sea tu brújula; haz del miedo tu mejor aliado, abrázalo, mírale a los ojos y dile:
«Esta vez si que no hay quien me pare»
Al otro lado del miedo está la vida que quieres vivir.
Estamos contigo bonica.
xx
De principio a fin, se puede decir más alto pero no más claro!!! Me ha encantadooo!!! Gracias.
Un abrazo.
Que bonito!!
Precioso Ally!!
🙂
Gracias hermosa xx