¿Cómo haces para levantarte a las 5:30 de la mañana todos los días?
Esta es una de las preguntas que más me han hecho desde que publiqué mi entrada sobre mi rutina diaria, y ya que hoy es viernes he pensado que era el momento ideal de hablarte de las técnicas infalibles para reencarnarse en una persona madrugadora, para que te prepares mentalmente durante el fin de semana y puedas empezar el lunes. Y no, no es ninguna ironía, quiero que empieces este mismo lunes.
Levantarse pronto es, diría yo, todo un arte que solo nace fruto de la disciplina y las ganas. No se nace así, asi que eso ya es algo que tenemos a nuestro favor. El madrugador se hace, no se nace. Y creedme, antes de entrar en esta nueva etapa de «morning person» yo era una de esas personas que esperaba al ultimísimo minuto para levantarme. Retrasaba el despertador unas cinco veces, y finalmente cuando ya el tiempo se me había echado encima, sacaba un pie de la cama, muy a mi pesar, y me acordaba de toda la familia de mi jefa y mi empresa.
Este proceso comenzaba así y seguía con unas prisas estresantes que me dejaban el tiempo mínimo para desayunar y arreglarme. Recuerdo muy pocas veces en las que no desayunara a toda prisa o no saliera corriendo de casa. Era una pelea diaria que en realidad me estaba fastidiando el resto del día.
Asi que, siguiendo mi mantra de «si algo no te gusta, cámbialo», decidí convertirme en una persona madrugadora. Y como yo soy así, decidí empezar, como quien dice, «a palo seco». Es decir, al día siguiente me puse la alarma a las 5:30 de la mañana y decidí que esa era mi vida a partir de ese momento.
Y dirás, ¿cómo narices es posible acostumbrarse a un cambio tan brusco de repente y sobre todo, por qué?
En cuanto a la primera pregunta, básicamente la documentación y la investigación son nuestros mejores amigos. Busqué información en páginas web y grupos de Facebook y foros para saber a qué me enfrentaba y qué consejos daba la gente que ya se había convertido en madrugadora. Una vez tuve todos los hechos en mi mano, simplemente pasé a la acción.
Y en cuanto al porqué, existen muchos. Hay infinidad de estudios que demuestran mil cosas y beneficios sobre levantarse temprano, pero yo os voy a hablar de mi experiencia y de cómo me ha beneficiado este cambio en mi vida:
1. Mayor calidad de sueño: Tener una rutina específica, irse a dormir y despertarse siempre a la misma hora y dormir las mismas horas (sí, incluso el fin de semana) es lo que el cuerpo necesita para funcionar correctamente y descansar como es debido.
2. Mayor claridad mental: El cuerpo agradece que nos ajustemos lo máximo posible a nuestro ritmo circadiano. Es decir, levantarnos a las 12 del mediodía no es natural para los humanos y nos hace estar aletargados el resto del día.
3. Mayor energía: En realidad, aún durmiendo las mismas horas (o menos) que la gente que no madruga, tengo mucha más energía que antes.
4. Mayor tranquilidad: Ahora tengo tiempo de hacer todo lo que quiero tranquilamente y no me estreso con prisas.
5. Mejor forma física: El hecho de levantarme pronto me da la oportunidad de hacer deporte cuando más energía tengo, y además de hacerlo con más ganas y más intensidad, me hace empezar el día con una energía increíble y muy buen humor. Además, al hacerlo a primera hora evito excusas típicas de después de trabajar (estoy cansada, tengo hambre, no me da tiempo… etc).
6. Mayor productividad: Desde que madrugo noto que me da tiempo a realizar todo lo que quiero durante el día, y a veces incluso me sobra tiempo.
Y dirás, OK, me parece genial todo esto y realmente quiero ser una de esas personas. Quiero todos esos beneficios y sé que puedo hacerlo, pero, ¿cómo lo hago?
Te aseguro que no es tan difícil, y si yo puedo hacerlo, cualquiera puede. A continuación te detallo mis técnicas favoritas para conseguir ser una persona madrugadora.
Prepárate la noche antes
He comprobado que es muy importante prepararse mentalmente para levantarse temprano. No subestimes el poder de tu mente, sobre todo teniendo en cuenta que normalmente nuestro último pensamiento suele ser el primero que tenemos por la mañana. Cuando estés en la cama y hayas apagado la luz, repite en tu cabeza o en alto: «Ya he hecho todo lo que tenía que hacer y ahora voy a dormir muy a gusto durante X horas. Por la mañana me despertaré a las XX:XX con muchísima energía. No retrasaré el despertador y simplemente saltaré de la cama preparada para un día emocionante y excepcional».
Me da igual cómo de místico te suene esto, just roll with it, hazme caso. Esto cambiará totalmente la forma en la que te vas a levantar.
Hazlo poco a poco
Una de las mayores claves para aprender a levantarse temprano es empezar el proceso poco a poco. Empieza por adelantar el despertador cinco minutos cada día. Si normalmente te levantas a las 7, pon el despertador a las 6:55. Al día siguiente a las 6:50, etc. Sé que no suena muy excitante pero si queremos hacer de esto un hábito, debemos hacerlo bien y con paciencia. Sigue adelantando el despertador hasta que llegues a levantarte a la hora que quieres.
Pon el despertador lejos de la cama
No hay nada más adictivo y confortable que una cama, y sobre todo en invierno, una cama con un edredón calentito. Por eso, es fácil simplemente alargar el brazo y retrasar la alarma. Asegúrate de dejar tu móvil o poner tu despertador lejos de la cama para así tener que salir de ella para apagarlo. Una vez ya estés fuera no te costará nada empezar tu día. Ahora existen aplicaciones perfectas para esto; yo he llegado a utilizar una alarma que no se apaga hasta que haces una foto de algo específico (por ejemplo, tu lavabo o tu esterilla de yoga), y te aseguro que esto te despierta totalmente. Actualmente utilizo la app The Rock Clock (Android & iPhone), que me ayuda a levantarme a tope (y quién no ama a The Rock).
Bebe un vaso de agua fresca en cuanto salgas de la cama
La noche anterior, prepárate un buen vaso de agua (medio litro al menos) y déjalo en tu mesilla o en algún sitio que tengas a mano, para bebértelo en cuanto te levantes. Esto no solo te ayudará a deshacerte de los resíduos metabólicos sino también a rehidratar y energizar el cuerpo. A mí este vaso de agua me despierta muchísimo.
Empieza el día con pensamientos positivos
Lo primero que hago cuando me despierto es dar las gracias por tener la oportunidad de vivir otro día. ¿Sabes cuánta gente no tiene la oportunidad de hacerlo? Pues eso. Yo me levanto de la cama, me estiro bien y simplemente doy las gracias por poder vivir otro día y me prometo a mí misma que voy a hacer que sea genial.
Si tengo alguna otra afirmación o alguna intención para el resto del día, también intento decirlas en cuanto me levanto. Esto ya me hace empezar el día con muchísima energía y buen rollo.
Crea una rutina
Es importante tener una rutina diaria para asegurarnos de que nos acostumbramos a todo el proceso. Yo por ejemplo hago meditación, deporte, leo, escribo… siempre todo en el mismo orden. Saber lo que tengo que hacer cuando me levante me ayuda a no pensarme demasiado las cosas y a simplemente hacerlas. Escribe tu lista en un trozo de papel y pégalo en la nevera, la puerta, la ventana, donde quieras, y asegúrate de acompañarla con una frase motivadora que te anime cada día.
Evita los dispositivos electrónicos
La luz de los ordenadores, televisiones, móviles y tablets engaña a nuestro cerebro y le hace creer que es totalmente de día y que debemos estar despiertos; por eso lo mejor es evitar cualquier tipo de dispositivo idealmente, una hora y media antes de irnos a dormir. Y te pregusntarás: Y entoces, ¿qué hago? Pues hacer todo eso para lo que normalmente dices que no tienes tiempo: leer, hablar con tu familia o tu pareja, hacer punto, dibujar, hacer sudokus, lo que sea. Piensa que hubo un tiempo en el que la tecnología de hoy en día no existía y la gente hacía cosas. Si ellossobrevivieron, tú también.
Vete pronto a la cama – obviamente
Que seas una persona madrugadora no quiere decir que tengas que dormir menos que el resto del mundo. Yo era la primera que me quedaba hasta las tantas viendo series, películas, leyendo o en internet hasta las tantas de la madrugada, y no solo los fines de semana. Lo ideal es dormir de 6 a 8 horas (7 u 8 es ideal), asi que calcula cuándo necesitas irte a la cama y hazlo. Ponte una alarma en el móvil para recordártelo y hazle caso. Al principio te resultará rarísimo pero te aseguro que cuando te acostumbres estarás cansada a la misma hora cada día y estarás deseando pillar la cama pronto.
Ten paciencia
Si llevas toda la vida levantándote a las 11 o 12 de la mañana, es normal que te cueste levantarte muy temprano. Tu cuerpo está acostumbrado a unos horarios específicos y es complicado cambiarlos, asi que no te desmotives si algún día se te pegan las sábanas. Mañana tendrás la oportunidad de intentarlo de nuevo. El ser humano tarda una media de 21-30 días en acostumbrarse a nuevos hábitos asi que ten esto en cuenta y sé paciente contigo misma. Sé consistente y sigue intentándolo y lo conseguirás. Te hablo por experiencia propia!
Como he dicho antes, no se trata de ser o no ser una persona madrugadora, se trata de querer serlo. No hay nada más bonito y lujoso que disfrutar del amanecer CADA DÍA, recuerda que tenemos la oportunidad de disfrutar de este momento tan especial GRATIS, no tenemos que pagar un duro.
Recuerda que lo haces porque quieres y que tarde o temprano no serás capaz de entender cómo podías estar en la cama hasta las tantas, y te sentirás muy orgullosa de ti misma, porque no es para menos. I promise.
Y…
Namasté 😀
Bea
Hola Ally,
No puedo estar mas de acuerdo contigo! Dos libros fueron los que me inspiraron para ser una morning person. Y tengo que decir que no me he sentido mejor en mi vida! Desde entonces tengo mucha mas energia y soy mas productiva, ademas de que nunca estoy cansada. Si me paro a pensarlo aun me sigue sorprendiendo.
Gracias por el post!
B
Ana (anabll100)
Yo nunca he sido de levantarme tarde pero si de levantarme hora y media antes de salir. Sin mis rutinas (y mi
desayuno, of course!! jeje) no soy persona, me ayudan a despertarme y a abordar el día de otra manera. Ahora con el trabajo tengo que adaptarme cada semana porque una entro a las 8h y la otra a las 11’30h pero eso no impide que ajuste mis rutinas a esos horarios. Aún estoy en ello, con la resaca del caluroso y húmedo verano, buscando esa rutina «perfecta» pero que tan bien me va. Nadie entiende que me levante a las 7h para entrar a trabajar a las 11’30h… Yo les miro, les sonrío y les digo que es lo mejor que he podido hacer 😉
Un besito!!!
Ally
Ana (anabll100)Bueno hora y media está muy bien! E igualmente solo las personas que madrugan saben lo bien que se siente uno, no porque entres a las 11 tienes que levantarte lo más tarde posible, el cuerpo agradece los madrugones a la Larga. Un besazo bonica ??
Bea
Puf, yo lo sigo intentando y hace bastante rato q pasé de los 40. Eso sí, q el niño tenga que levantarse a la 6.30 para ir al insti, ayuda bastante
Ally
BeaPues poco a poco si quieres te puedes reprogramar! Creéme, yo me acostaba a las 12 o 1 a diario, hasta los 31!! ??