Perdón por ser mujer

Hay una cosa que como persona, pero sobre todo como mujer, me fastidia mucho.

Y es que, últimamente parece que tenemos que pedir perdón por estar orgullosas de ser mujeres (así como cualquier persona puede estarlo de ser el género que sea y quiera ser) y de pedir los mismos derechos y las mismas condiciones que los hombres. Parece ser que ahora, lo que está de moda es utilizar la palabra «feminista» como peyorativo, alegando cosas como que «las feministas odian a los hombres». A ver si salimos un poco a la calle, señores.

El feminismo no se trata de odiar a los hombres o de pensar que somos mejores que ellos. No nos hemos pasado toda esta eternidad luchando por poder votar y por el mismo salario para ser mejor que nadie. Estoy harta de ver cómo ciertas personas con desarrollo cultural limitado y mentalidad cerrada alegan esto. A ver, la igualdad no es la superioridad, que yo sepa puede existir un punto en el que ambos géneros sean iguales, y utilizar este argumento en contra del feminismo me parece de tener las miras muy cortas.

Otra cosa que me molesta mucho es que se llame «difíciles» o «que dan problemas» a las mujeres feministas. ¿Difíciles? ¿En serio? Claro, porque todo lo que sea rebelarse contra la injusticia, es ser difícil. También supongo que las personas que levantan la voz y protestan contra la corrupción, contra el acoso laboral, el bullying y cosas así, son difíciles. Con lo fácil que es conformar y no dar problemas… Sobre todo es muy fácil cuando en una entrevista de trabajo para la que estás perfectamente cualificada te preguntan «si tienes pensado tener hijos en un futuro» (sí, esto le ha pasado a una amiga mía y no hace mucho). ¿Perdona? ¿Resulta que ahora tengo que contarte a ti, que no te conozco de nada, mis planes de fertilidad? Esto en el Reino Unido es totalmente ilegal y podría denunciarse como discriminación, porque que yo sepa, a los hombres no se les pregunta esto y resulta que el 50% de la responsabilidad es suya.

Quizás otra de las cosas que más me sorprenden es que hoy en día además se asocie a la mujer independiente y de negocios con una persona que no quiere tener hijos o que es egoísta. Sí, en 2017 hay gente tan retrógrada que cree que porque quieras una carrera, un negocio propio o ser jefa de departamento de tu empresa, ya te has convertido en la típica workaholic que lleva stilettos de 10 centímetros y vive para su trabajo. Esto me molesta muchísimo porque normalmente suele venir de otras mujeres, que normalmente no trabajan. Hace poco leí en un foro o en Facebook (no lo recuerdo) alguien que decía algo así como «Sí sí, pues será muy jefa pero yo a su edad trabajaba de algo que pagaba menos y eran menos horas pero así me daba para atender a mis hijos, mi casa y mi marido».

«Atender a mi casa, mis hijos y mi marido«.

¿De qué serie vintage de RTVE1 te han sacado hermosa? No hay cosa que más me moleste que la gente que simplemente ASUME que las mujeres somos responsables de todo. «Es que nosotras lo podemos hacer todo». No, la cosa no es así, porque es que NO TENEMOS POR QUÉ hacerlo todo, es imposible. Y me fastidia porque veo madres totalmente deprimidas porque se ven como un fracaso cuando no pueden ser unas abogadas de primera, ganadoras de Masterchef, amas de casa de los 50 y unas madres de anuncio de detergente a la vez. Por favor, destruid esa idea de supermujeres de vuestra cabeza, porque no tenemos que demostrarle nada a nadie. Nadie en su sano juicio puede hacer todo eso solo y no volverse completamente loco. Hombre o mujer.

Por último, el físico. Me arde la sangre con este tema porque a veces veo en redes sociales algunos comentarios que me hacen dudar si algunas personas realmente evolucionaron del Cromagnon. A ver si a sociedad se entera: no todas somos ni queremos ser Sofía Vergara (que por cierto me encanta). Así que, hombres del mundo: cuando veáis a mujeres normales y corrientes sin escote ni pelo de modelo de Victoria’s Secret y en vaqueros luchando por sus derechos o proclamando el feminismo, os podéis ahorrar comentarios como «pues a pesar de todo está buena» o «pues igualmente me la llevaba a la cama». Enteraros de una vez: nos importa tres pepinos si os parecemos atractivas, no necesitamos vuestro visto bueno sobre el físico para sentirnos mejor, gracias. El hecho de que «a pesar de nuestras taras» nos meterías a tu cama, no nos hace sentirnos más guapas, nos hace sentir ganas de vomitar. Y por cierto, el hecho de si nos depilamos o no, no tiene nada que ver con nuestra postura frente al feminismo. Graciasdenada.

Hoy es un día especial porque más que nunca, y pese a quien le pese, las mujeres cada vez pedimos menos perdón por ser mujeres y querer lo mismo que los demás. Porque la palabra «feminazi» es tan ridícula como decir que alguien es «extremo» por querer cobrar el salario mínimo. Porque cada vez que alguien la dice lo único que la mayoría escuchamos es MIEDO por parte de la persona que la pronuncia. Miedo de que las cosas cambien, de que algo tan descabellado como un mismo salario por hacer exactamente lo mismo sea real. Miedo de que locuras como que haya la misma cantidad de hombres y mujeres en el congreso sea lo normal. Miedo de que tengamos las mismas oportunidades a la hora de aspirar a un trabajo, independientemente de si no tenemos hijos o tenemos uno colgando de nuestro pecho ahora mismo.

Dejad de pensar que tenemos algo que demostrar o que tenemos casi que pedir perdón por querer ser iguales, porque no es así. Los únicos que tienen que demostrar algo son aquellos con un pensamiento tan retrógrado que creen que hemos nacido para servirles, limpiar y parir sin parar, pero sobre todo, decorar.

Para eso te compras una Roomba y un florero.

FELIZ DÍA DE LA MUJER, BONICAS. Sois y somos grandes, nunca pidáis perdón por ello.

xx

Ally