En una sociedad que nos empuja a consumir constantemente, aprender a hacer nuestras propias prendas es un acto de rebeldía
Cuando empiezas en el mundo de la costura, la elección de tu primera máquina suele ser un paso súper emocionante, pero si eres una principiante, puede resultar bastante abrumador. Para mí personalmente no lo fue, ya que una de las cosas que el TDAH me ha regalado es la capacidad del hiperfoco en temas concretos que no suelto hasta que aprendo hasta el último detalle de ello. Y eso es lo que me pasó con las máquinas de coser, como podéis imaginar. Así que quería ahorraros el trabajo y aprovechar mis horas y horas de investigación para guiaros en vuestra compra.
Como amante de la moda sostenible y conocedora (media) de costura, quiero recomendarte tres máquinas de coser que se adaptan a diferentes presupuestos y niveles de experiencia, para así resolver por fin una de las preguntas que más me hacéis cada vez que os enseño alguna de mis creaciones de costura.
Obviamente esta es mi opinión personal y cada costurera tiene sus gustos, pero al menos estas recomendaciones os darán un punto de partida para empezar a investigar.
1. Opción Low Cost: Singer M1005
Si estás dando tus primeras puntadas y no quieres arruinarte, la Singer M1005 está muy bien. Esta máquina básica, pero robusta, es perfecta para aprender lo esencial sin abrumarte con funciones complicadas.
Características:
6 tipos de puntadas, enhebrado automático, y una estructura de metal resistente.
Precio:
Alrededor de 120-150 €
Por qué me gusta:
Es simple, ligera y fácil de usar. Ideal para proyectos sencillos como dobladillos, costuras rectas y reparaciones.
La tienes en oferta en Leroy Merlin.
2. Gama Media: Brother CS10s
Cuando ya has hecho tus primeras prendas y te pica la curiosidad por hacer proyectos más creativos, la Brother CS10s es una máquina que verás recomendada en todos los foros y comunidades de costura como una de las más fool proof. Esta máquina electrónica tiene un equilibrio perfecto entre funciones avanzadas y facilidad de uso.
Características:
40 tipos de puntadas, pantalla LCD, botón de inicio/parada (puedes coser sin pedal) y enhebrador automático.
Precio:
Aproximadamente 250-300 €.
Lo que me encanta:
Es súper versátil, y su pantalla te permite ajustar la longitud y el ancho de las puntadas con un par de botones. Personalmente prefiero las electrónicas, y esta es una de las opciones que más me gustan en relación calidad-precio.
La acabo de encontrar TIRADA de precio en Leroy Merlín!
3. La Profesional: PFAFF Quilt Ambition 630
Si buscas una máquina profesional y quieres invertir en una para toda la vida, la PFAFF Quilt Ambition 630 es un verdadero sueño. Esta máquina es ideal si estás buscando algo que te permita realizar proyectos de gran envergadura y trabajar con telas complejas, o si quieres empezar en el tema quilting o patchwork (yo estoy empezando y puedo confirmar que la marca PFAFF es la mejor para ello en general.
Características:
201 tipos de puntadas, sistema IDT (arrastre doble integrado, para un arrastre uniforme de la tela), pantalla táctil a color, y función de memoria para guardar configuraciones personalizadas.
Precio:
Desde 1.000-1.400 € (pero la puedes encontrar en Wallapop por 400-500 euros si tienes suerte). Como digo, esta máquina la recomendaría únicamente si quieres dedicarte a esto profesionalmente (o te sobra el dinero, oye, quién sabe).
Por qué la amo:
La precisión y el control que tienes sobre cada puntada es inigualable. Parece que va sola, literalmente. Es rapidísima, tiene multitud de puntadas, pies, es una auténtica maravilla. Yo no la tengo pero la he probado en alguna clase y la verdad es que es absolutamente increíble, como todo lo que hace esta marca).
La he encontrado en Muziker en oferta.
Obviamente también te animo a buscar estas máquinas de segunda mano, las mías son ambas de webs como Wallapop y Ebay (tanto la normal como la overlock), llevo unos cuantos años usándolas y aún están en perfecto estado.
Espero que estas recomendaciones te ayuden a encontrar la máquina perfecta para ti y que te animes a seguir explorando el mundo de la costura, porque como ya te decía en el título, en una sociedad como la nuestra, aprender a coser y arreglar, es un acto de rebeldía y sostenibilidad.
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