
Hace mucho que comencé a investigar sobre los efectos del plástico en nuestra salud, pero fue sobre todo cuando comencé a vivir un estilo más «residuo cero» o «zero waste» que decidí evitar este material lo máximo posible. Es cierto que en ciertos casos es inevitable, pero minimizarlo en medida de lo posible, que es lo que yo he hecho, es un gran cambio que puede beneficiarnos en muchos aspectos.
Existen multitud de estudios que hablan de los efectos negativos que el plástico puede tener en nuestra salud, como este o este otro, en el que se demuestra que incluso los plásticos libres de BPA (bisphenol A, un tipo de plástico que ya está prohibido o limitado en muchos países por sus efectos en la salud), liberan sustancias tóxicas en ciertas condiciones. O este otro, en el que se confirma que ciertos materiales plásticos pueden alterar las hormonas o causar malformaciones.
Existe mucha información también sobre el efecto del plástico en los animales y el medioambiente, algo a tener en cuenta, ya que todos somos responsables de la salud de nuestro planeta y el resto de la gente que en él vive. Este artículo nos habla sobre estos efectos, y este otro sobre las microesferas contenidas en exfoliantes cosméticos y pastas de dientes. [Resumen: las mircroesferas que tanto nos gustan acaban tragándoselas los animales marinos; los cuales las personas acaban consumiendo, si es que los peces no mueren antes intoxicados].
La buena noticia es que existen mil opciones mejores que el plástico y además mucho más bonitas estéticamente, que se pueden adquirir fácilmente. Hoy os muestro mis opciones favoritas.
- Taza reutilizable de cristal o bambú
Para evitar las típicas tazas de un solo uso de cafeterías, que por norma general no son reciclables y están hechas de plástico (sí, la parte de dentro está forrada de plástico, aunque no lo parezca) no hay nada mejor que una taza de cristal o bambú. Yo utilizo ESTA de Keep Cup, que me encanta. Si queréis algo más ligero, también existe la opción de las tazas de bambú, como ESTA, de la marca Ecoffee que es muy famosa en Inglaterra. Además, en las cadenas de cafeterías internacionales siempre te descuentan un 10% (depende del lugar) por llevar tu propia taza.
2. Botellas de cristal o acero inoxidable
Creo que habéis visto esta botella mil veces, tanto en redes sociales como en persona. La llevo a todas partes y es probablemente una de mis compras favoritas. Yo utilizo ESTA de acero inoxidable de Klean Kanteen, una marca líder por excelencia en botellas y termos. La mía no tiene nada de plástico, solo un anillo de silicona dentro del tapón (también de acero inoxidable por dentro) para evitar derrames. Es una botella increíble, como todo lo de esta marca. En casa utilizo botellas de cristal como ESTA para lehes vegetales, agua, zumos y demás.
3. Cepillos de dientes de bambú
[Imagen: Brush With Bamboo]
Los cepillos de dientes convencionales no se reciclan. Esto quiere decir que todos los cepillos de dientes creados hasta el momento, aún existen. Ya os lo he comentado en muchas ocasiones, pero los cepillos de dientes de bambú cambiaron mi vida; me resultan mucho más agradables de usar, el bambú tiene un efecto antibacteriano y quedan mucho mejor en el baño. Además, una vez ya no den más uso, ¡los podemos compostar! Aunque personalmente me encantan las ideas para reutilizarlos que se ven por Pinterest. Existen muchas marcas, como por ejemplo ESTA. «Brush with bamboo» o «Enviromental Toothbrush» también son marcas muy conocidas.
4. Pajitas de metal
Las pajitas son uno de los enemigos número uno de los animales marinos y de la playa, y en este caso, si que animo a todo el mundo a eliminarlas por completo de su vida. No son necesarias, siempre podemos beber directamente del vaso. Sin embargo, yo tengo ESTAS pajitas de metal que utilizo en algunos casos para zumos verdes, limonadas caseras o cuando bebo algo que pueda dañarme el esmalte.
5. Plumas estilográficas
Si me conocéis, sabéis que me encantan, no solo porque son una genial alternativa a los bolígrafos deshechables o con cartuchos de plástico, sino porque además me parecen la opción más elegante, bonita y clásica para escribir. Siempre llevo una en el bolso, y las relleno con tinta que viene en botes de cristal, como ESTA. Unas de mis plumas favoritas son ESTA y ESTA. Estas plumas duran para siempre, y se pueden guardar como antiguedades en el futuro. De hecho, cuanto más antiguas sean, ¡más valor tienen!
6. Utensilios de bambú
Ya que muchas veces si estamos fuera de casa comemos algo en algún restaurante de comida para llevar, siempre intento llevarme conmigo un set como ESTE de utensilios de bambú. También son muy útiles para ir de picnic, cuando te llevas tu propia comida al trabajo o a algún sitio, o para viajar (me han dejado llevarlos en el avión).
7. Botes de cristal o mason jars
Aunque aun me queda algún que otro tupper de plástico, en mi casa todos los alimentos que compro a granel, están guardados en botes de cristal o mason jars, como ESTAS. Aparte de ser la opción más saludable, quedan increíblemente bien y decoran mi cocina, donde tengo una estantería llena de estos botes con legumbres, semillas, harinas, frutos secos, arroces, etc.
8. Fiambrera de acero inoxidable o cristal
Para transportar comida, siempre utilizo una fiambrera como ESTA, y para almacenarla en la nevera, otra de cristal como ESTA (procurando que el alimento nunca toque la tapa). Para llevar es mejor utilizar las de acero inoxidable porque no pesan mucho, ya que las de cristal so demasiado pesadas y no tienen pinzas para cerrar, por lo que es más probable que se nos abran mientras las transportamos. En mi wishlist están las típicas Tiffin Boxes como ESTA.
9. Peine de bambú
Los peines de este tipo son perfectos para desenredar el pelo. En lugar de los típicos peines de plástico que no solo acumulan bacterias sino que también son horribles, los peines de bambú como ESTE son una opción perfecta.
10. Tablas de bambú
Ya os he hablado de estas tablas para trocear la comida en alguna otra ocasión. Las de plástico, además de no ser reciclables, acumulan infinidad de bacterias y pueden liberar toxinas. Sobre todo es importante si utilizáis productos animales sobre ellas. Desde mi punto de vista, además de ser ecológicas, son mucho más cómodas (no resbalan tanto como las de plástico) y bonitas. Si se cuidan bien pueden durar una eternidad.
Con estos sencillos cambios podemos minimizar nuestra exposición al plástico y a las toxinas que contiene. No hace falta que reemplacemos todo de golpe, se puede hacer poco a poco. Lo que sí es importante es no calentar NUNCA la comida en envases de plástico, y no tomar bebidas o comida caliente en este tipo de recipientes.
Así, poco a poco iremos cuidando más y más nuestra salud, y sobre todo, del medioambiente que nos regala un espacio donde vivir y del cual todos somos responsables.
¿Cuáles son vuestros favoritos? ¡Decidnos en los comentarios si necesitáis alguna sugerencia para reemplazar algún objeto en vuestra vida cotidiana!
MI CAMINO HACIA UNA VIDA SALUDABLE Ally Can Cook