Desde que enseñé mi mozzarella casera no he parado de recibir mensajes para que compartiera la receta, así que aquí está por fin, hierbas! Es una receta que realmente hago un poco a ojo, y animo a quien la pruebe a cambiar proporciones como crea conveniente, quizás te guste más espesa o más líquida, eso va a gusto de cada una.
Lo que sí es importante es no prescindir de ninguno de los ingredientes porque es lo que hace que esto sea lo más parecido posible al producto original. Eso sí, olvidaros de que el sabor y la textura sean exactamente iguales que la mozzarella original animal, es algo con lo que hay que vivir, y no pasa nada. Es mozzarella, no oxígeno.
Así que probadla, utilizadla en todo lo que queráis, y enviadme las fotos de vuestros platos para que las pueda compartir en Instagram en @ally_viamalama.
No me lío más porque me da mucha rabia cuando te cuentan una vida para darte una receta. ¡Aquí la tenéis!
Mozzarella casera

Una mozzarella para hacer una pizza con los ingredientes que queramos, o simplemente estilo pizza Margarita.
- 1/2 taza anacardos crudos (Sin salar ni freir)
- 1 taza agua
- 3 cdas harina de tapioca o arrurruz (Tiene que ser harina, no valen gránulos)
- 2 cdas levadura nutricional
- 2 cdtas vinagre de manzana
- 1 cdta sal (Al gusto)
- 1/2 cdta ajo en polvo
En un procesador de cocina muy potente, tipo Vitamix, ponemos todos los ingredientes y batimos a tope durante 30 segundos. Si no tenemos un procesador potente, deberemos remojar los anacardos en agua caliente durante una hora antes de este paso.
Pasamos la mezcla a una cazuela mediana, estará muy líquida. Todo bien. Tranquilidad.
Ponemos la cazuela a fuego medio y removemos con una espátula sin parar. Cuando digo sin parar es sin parar, porque si no removemos y empieza a apelmazarse, puede quemarse o quedar a grumos. Dale a la espátula.
Seguimos removiendo sin parar con paciencia hasta que empezamos a ver grumos o bolas espesas. No te preocupes, según se vaya cocinando todo irá teniendo una pinta más consistente.
Cuando los grumos hayan desaparecido, nos quedará una pasta muy espesa que se irá pegando a los lados según removemos. Esa es la textura que queremos, que nos cueste removerla y que se levante de la cazuela, como si fuera una masa de pan húmeda.
Dejamos enfriar mientras preparamos la pizza y los toppings. Con una cuchara, vamos cogiendo trozos de la mezcla de mozzarella y la ponemos en la pizza (después del resto de los ingredientes). Cocinamos en el horno unos 15 minutos a tope. Saldrá un poco más líquida y tostadita.
La receta de la base de pizza que utilizo es esta de Robin Food. Ten en cuenta que la masa necesita reposar 24 horas en la nevera.
La base de tomate que utilizo es simplemente el tomate frito de HIDA.
Como topping, recomiendo flor de plátano o jackfruit marinada en salsa barbacoa (puedes usar la del supermercado, casi todas son veganas).
Se puede conservar en la nevera 3-4 días.
Si quieres una mozzarella más espesa puedes ponerle más harina, pero no te pases o quedará una bola grumosa que solo sabrá a harina.
Magnífica!
Me la guardo!
Gracias por compartirla.